sábado, 30 de enero de 2016

Intermedio: Lógica Humana

Nos vemos envueltos en situaciones drásticas normalmente lanzadas hacia nuestras vidas gracias a la consecuencia de nuestras decisiones, pero aun así nos quejamos.

Lanzamos a nuestras vidas una nube negra con una tormenta duradera que nos amenaza constantemente, y a pesar de que la colocamos ahí, no sabemos como alejarla.

Amamos, odiamos, despreciamos, lloramos, nos quejamos y tenemos miedo... gracias a lo que traemos a nuestras vidas.

A lo que quiero llegar, es que prácticamente, todo lo que está aconteciendo en mi vida en estos momentos no es más que la consecuencia de mis acciones o de mis no-acciones. No puedo quejarme ni puedo pedir nada a cambio. No puedo exigir compañía ni puedo esperar que alguien tienda una mano, porque sinceramente, ha pasado mucho desde la última vez que lo hice. Es por eso que tal vez los remolinos de vestigios de emoción me superan, pues emoción es algo de lo que queda poco y lo único que queda está envuelto en un huracán que espero algún día amaine.

No hay dios al que rezar o personas a las que culpar, y la espera es la mayor prueba para aquel que camina el silencio, pues muchas pruebas se colocan frente a aquellos pero ninguna es más fuerte que la que juega con nuestras emociones, con nuestra ansiedad, con nuestra emoción. Me coloco en las manos de un destino incierto que acabará como tenga que acabar. Si he de morir, moriré. Si he de amar, amaré. Si he de perderme en las cenizas de lo que fui, para en algún momento encontrar la fuerza para resurgir más fuerte que nunca, lo haré.

Hasta entonces solo me queda imaginar un mañana más claro, y sangre menos roja.

En 14 días conoceré mi destino, y arrojaré la llave lejos después de cruzar cualquiera de las tres puertas que tengo enfrente. La puerta negra espera mi muerte, la puerta blanca espera mi segunda oportunidad. La puerta gris no es más que el mismo camino que he caminado estos meses, con mucho más material... el silencio es mi confidente, y la noche mi amante.

Con la puerta gris, dejaría atrás mi humanidad...

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