lunes, 8 de febrero de 2016

Día 26

He vuelto a escribir. Una pequeña novela de ficción llamada Scorpius-1. Estoy realmente orgulloso de todavía tener la esencia que se me fue arrebatada hace 9 meses. Estoy realmente orgulloso de llevar fantasía a mundos carentes de vida. Estoy realmente orgulloso de que mi vida valga ser vivida nuevamente.

sábado, 6 de febrero de 2016

Día 25

Me encontraba sentado en mi cama sobre la pared. Frente a mi, un viejo amor que hace mucho que se encuentra apagado. Una amistad inquebrantable reemplazaba una fina llama, hace mucho extinta.

Conversamos sobre los astros, la gente, la vida, el comportamiento, la muerte... y entonces surgió este diálogo.

- Si lo pienso bien, lo tienes casi todo. Eres inteligente, gracioso... feo no eres. Podrías conquistar a cualquier mujer que quisieras - dijo en un tono interrogativo, como intentando desvelar cual era el motivo de mi decisión de estar solo durante tanto.

Mi mente había ya pensado cuarenta respuesta diferentes, y la que surgió fue la más simple de todas.

- Es que no quiero conquistar a cualquier mujer - respondí, frenando en seco ante la posible idea de que esa frase, que dentro de mi mente era bastante más simple, pudiera confundirse con algo más. Pero nos conocemos hace años, y ella entendió perfectamente a que me refería. Sonrió y terminó su cigarro mientras la noche avanzaba en nuevos tópicos interesantes que logran de a poco, alejarme del pasado.

sábado, 30 de enero de 2016

Intermedio: Lógica Humana

Nos vemos envueltos en situaciones drásticas normalmente lanzadas hacia nuestras vidas gracias a la consecuencia de nuestras decisiones, pero aun así nos quejamos.

Lanzamos a nuestras vidas una nube negra con una tormenta duradera que nos amenaza constantemente, y a pesar de que la colocamos ahí, no sabemos como alejarla.

Amamos, odiamos, despreciamos, lloramos, nos quejamos y tenemos miedo... gracias a lo que traemos a nuestras vidas.

A lo que quiero llegar, es que prácticamente, todo lo que está aconteciendo en mi vida en estos momentos no es más que la consecuencia de mis acciones o de mis no-acciones. No puedo quejarme ni puedo pedir nada a cambio. No puedo exigir compañía ni puedo esperar que alguien tienda una mano, porque sinceramente, ha pasado mucho desde la última vez que lo hice. Es por eso que tal vez los remolinos de vestigios de emoción me superan, pues emoción es algo de lo que queda poco y lo único que queda está envuelto en un huracán que espero algún día amaine.

No hay dios al que rezar o personas a las que culpar, y la espera es la mayor prueba para aquel que camina el silencio, pues muchas pruebas se colocan frente a aquellos pero ninguna es más fuerte que la que juega con nuestras emociones, con nuestra ansiedad, con nuestra emoción. Me coloco en las manos de un destino incierto que acabará como tenga que acabar. Si he de morir, moriré. Si he de amar, amaré. Si he de perderme en las cenizas de lo que fui, para en algún momento encontrar la fuerza para resurgir más fuerte que nunca, lo haré.

Hasta entonces solo me queda imaginar un mañana más claro, y sangre menos roja.

En 14 días conoceré mi destino, y arrojaré la llave lejos después de cruzar cualquiera de las tres puertas que tengo enfrente. La puerta negra espera mi muerte, la puerta blanca espera mi segunda oportunidad. La puerta gris no es más que el mismo camino que he caminado estos meses, con mucho más material... el silencio es mi confidente, y la noche mi amante.

Con la puerta gris, dejaría atrás mi humanidad...

Día 18

Los... días número 18 era cuando normalmente viajaba. Podía ser un día antes, o varios días antes... Pero recuerdo haber intentado estar con ella para los 20. A veces no se podía... otras veces sí.

Cada vez que cumplíamos un mes era... un nuevo paso hacia algo que sería determinante en nuestras vidas. Claramente sigue siendo determinante pero... de una manera más magra y densa. De una manera más... incontrolable... más injusta.

Yo sé lo que haría en su lugar, pero yo soy lo que soy, y no espero que ella sea eso. Siento como si me desangrara... y es el incentivo perfecto para dormir, para dar rienda suelta a mi imaginación mientras maldigo mi mente con un cigarro en la mano.

Canto... grabo... toco... como si estuviera dedicando todo a una musa que... en realidad pide que me sostenga en pie unos cuantos días más. Tengo miedo... de no ser lo que espera, de estar roto más allá de reparación alguna... de haberme apagado. Tengo miedo... tengo tanto miedo que duele.

Tengo miedo pues mis sueños arden...

Me recostaré en mi cama, en la soledad de una noche cobijada por las llamas del miedo y el abrazo de la imaginación. Ella se acostará con él, abrazados... mintiendo.

Los sueños si pueden arder... ojalá me lleven las llamas.

jueves, 28 de enero de 2016

Día ??

Ni siquiera sé como comenzar esto...

Me salté gran parte de los supuestos 31 días por no querer plasmar tanta estupidez en algo que está siendo de a poco, algo más sobrio... pero aun así... si existiera un Dios ahí arriba me pregunto si estará leyendo. Quizás Él es quien escribe. No tengo gran experiencia como escritor pero juro por lo más sacro que si este... Dios escribe mi vida, jamás compraría la novela.

Simplemente es... demasiado obvio. El amor de tu vida, el quiebre inesperado, la espera eterna, la aceptación y después... el retorno. La amenaza inminente de una segunda parte que podría ser igual o peor que la primera. Demasiado obvio. Demasiadas interrogantes a un tema que debió estar saldado hace mucho.

Después de tanto trabajo... tantos meses intentando eliminar todo rastro de emoción de mi ser, llega nuevamente, una vez más, lo único que puede llegar a cegarme en momentos críticos. Lo único que me pone como un perro moviendo la cola preguntando "¿Qué hago?", con esa sonrisa estúpida en la cara, sonrisa que se desliga de la realidad y se larga a soñar cosas que... están fuera de mi realidad.

Vivir loco y morir cuerdo ya no es el modo de ver las cosas. Cordura, maldita cordura me consume cada vez que puede.

Quiero crear, quiero bailar, cantar, escribir, reír... y no puedo... y no me duele no hacerlo. Pero duele ser menos lo que era cuando estaba con ella, en especial cuando esos sueños me ponen a su lado.

No hay absolutamente nada que pueda amar de lo que soy. Solo le queda amar lo que fuí.

miércoles, 27 de enero de 2016